Ansiedad

LA ANSIEDAD

Es una reacción natural del organismo frente a situaciones percibidas como amenazantes o desafiantes. Se vuelve problemática cuando es intensa, persistente y afecta negativamente el funcionamiento diario y la calidad de vida de una persona. 

Cuando percibimos una situación como peligrosa, la ansiedad se activa de forma refleja, es decir, involuntariamente. Esto es totalmente normal y adaptativo, pues provoca en nuestro organismo los cambios que requiere en ese momento, tanto si tuviéramos que luchar, huir, quedarnos paralizados o empezar a movernos de un lado a otro. Toda nuestra atención se centra en encontrar la amenaza, dejando de tener relevancia el resto de los aspectos ajenos al peligro. De esta manera nuestra probabilidad de éxito se incrementa notablemente.

Es decir que, la ansiedad, cuando funciona correctamente, constituye una defensa natural que ha sido y es necesaria para nuestra supervivencia.

El inconveniente con la ansiedad aparece cuando la experimentamos de manera intensa o constante en situaciones inofensivas, porque es una ansiedad que no responde a ninguna utilidad, pues, o bien no existe amenaza, o bien en vez de dotarnos de alguna ventaja, nos interfiere en nuestras vidas, generándonos un malestar importante.

Cuando esto sucede, la ansiedad se vuelve patológica y debe ser tratada a fin de ponerla bajo control, pues dada su función adaptativa, la ansiedad no puede ser eliminada, ni debe serlo.