ETAPAS DEL DUELO
01. Negación
“No puede ser verdad”, “no es justo”. La negación es un escalón inevitable que hay que atravesar y del que finalmente hay que salir para digerir la pérdida. Negar es una manera de decirle a la realidad que espere, que todavía no estamos preparados. El impacto de la noticia es tan fuerte que dejamos de escuchar, de entender, de pensar. Puede suceder que en un primer momento el bloqueo sea tan grande que no podamos ni sentir. La negación tiene un sentido, y es el de darnos una tregua. Hay quien niega la pérdida, pero también hay quien aceptando precipitadamente la crudeza de la realidad lo que en realidad trata es de negar el dolor.
02. Enfado
Puede manifestarse como frustración, resentimiento, irritabilidad o rabia. Lo primero que debemos hacer es reconocer que estamos experimentando este sentimiento y aceptarlo para poder sacarlo fuera. Su razón de ser es la de pedir ayuda e impulsarnos a tomar otros caminos. Pues toda la rabia que se queda dentro, que intentemos negar o esconder, nos acabará machacando.
03. Negociación
Es el momento en que fantaseamos con la idea de revertir la situación, se puede llegar a pactar con quien haga falta o prometer lo que sea necesario. Se buscan
formas de hacer que lo inevitable no sea posible.
04. Miedo o Depresión
En esta etapa aparece la tristeza, una sensación de incertidumbre ante el futuro, vacío y un profundo dolor. Comenzamos a sentirnos agotados/as y cualquier tarea se vuelve complicada. “La vida es una mierda”, “no seré feliz nunca”, “no encontraré a nadie igual“. Es lo que solemos repetirnos cuando estamos enfrentando este dolor. Pero a pesar de que podamos pensar que esto no acabará nunca y que va a durar para siempre, la realidad es que solo desde este punto podremos volver a reconstruirnos.
05. Aceptación
En esta etapa final del duelo, la persona comienza a aceptar la realidad de la pérdida y a adaptarse a su nueva situación. Pueden encontrar un sentido de paz, tranquilidad o resignación en relación con la pérdida. Aunque el dolor puede seguir presente, la persona comienza a encontrar maneras de seguir adelante con su vida.
Es importante destacar que estas etapas no necesariamente ocurren en un orden lineal y pueden experimentarse de manera diferente para cada individuo.
SE CONVIERTE EN DUELO COMPLICADO
Cuando después de un tiempo
la persona sigue teniendo los
mismos síntomas.
Es frecuente, que una pérdida
no elaborada de forma
adecuada de paso a problemas
emocionales e incluso
trastornos psicopatológicos al
cabo de meses o incluso años.
Sin embargo, un duelo
elaborado adecuadamente
mejora las capacidades futuras
para enfrentarse a las
situaciones de pérdida,
frustración o sufrimiento.

La muerte solo cobra relevancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida
André Malraux